Max Verstappen ha conseguido su quinta victoria del año en el Gran Premio de Emilia Romagna, tras contener a Lando Norris en la salida y realizar una carrera de control total sobre sus rivales, con una limpieza y sencillez poco esperadas por los padecimientos que sufrió el viernes y el sábado. Charles Leclerc ha acompañado a ambos en el podio y Carlos Sainz terminaba quinto, tras Oscar Piastri.
Las ilusiones de ver un cara a cara entre Max y Lando se acabaron en apenas seis vueltas, las que tardó el inglés en darse cuenta de que si se quedaba cerca del Red Bull iba a destrozar sus gomas y el resto de la carrera. Allí pegó un tirón el campeón y sacó a su rival de distancia de DRS, para empezar la escapada. La superioridad de su coche ya no es la misma, pero en un circuito como Imola le daba de sobra para gestionar otro triunfo casi cómodo, salvo por un desfallecimiento final de sus gomas que pudo solventar.
Parecía que podía alcanzarle el McLaren en cierto momento, pero todo quedó en un pequeño susto para Max por el desgaste de sus gomas, que pudo aguantar al final los envites desesperados de Norris. En las próximas carreras podría ser bien diferente, si McLaren y Ferrari siguen empujando en sus monoplazas como hasta ahora y esa es la mejor lectura que queda para Mónaco, Canadá y Barcelona, que es lo que viene ahora.